El pasado martes 27 de agosto se realizó la capacitación en "Estrategias para trabajar con estudiantes TEA respondiendo…
Nuestra Señora de la Consolación y Correa
Hoy como Familia Agustiniana celebramos la Solemnidad de Nuestra Señora de la Consolación y Correa, Patrona de la Orden de San Agustín.
¿De donde viene esta devoción?
La devoción a María bajo la advocación de Nuestra Señora de la Consolación y Correa es universal y de larga tradición. Sobre todo en la Familia Agustiniana, que completa el titulo mariano a hablando de Nuestra Señora de la Consolación y Correa. La correa hace referencia al hábito agustiniano.
El origen de esta devoción se halla íntimamente ligado a la vida de san Agustín, sintetizada en una piadosa tradición. Santa Mónica se hallaba sumida en el dolor por los extravíos de su hijo Agustín. A esta preocupación se sumó la muerte de su esposo Patricio y meditó en la desolación de María después de la muerte de su hijo Jesús. María se aparece a Mónica vestida de negro y ceñida con una correa del mismo color, diciéndole: “Mónica, hija mía, éste es el traje que vestí cuando estaba con los hombres después de la muerte de mi hijo. El mismo vestido llevaras tú en señal de tu devoción hacía mí”. La alegría de Mónica fue grande al escuchar aquellas palabras. Alegría que llegaría a su culmen con la conversión de su hijo Agustín.
El nombre de Consuelo o Consolación hace pensar en cercanía con el afligido, fortaleza para compartir el dolor ajeno, compañía para ahuyentar la tristeza de la soledad. María, elevada al cielo, “brilla ante el pueblo peregrino de Dios como signo de segura esperanza y consolación” (LG, 69).
En las letanías del Rosario, la Iglesia invoca a María como consuelo de los afligidos, porque el título mariano por excelencia es el de madre de Dios y madre nuestra. Como madre, particularmente atenta a los hijos que sufren.