En el mes de mayo realizamos un encuentro muy significativo con madres y padres de los terceros básicos, enfocado en reflexionar sobre cómo acompañar a nuestros hijos e hijas en el desarrollo de hábitos de estudio.
La jornada se llevó a cabo en formato de taller, lo que permitió generar un ambiente cálido y de confianza, propicio para compartir experiencias, inquietudes y estrategias que cada familia aplica en su día a día. Más que entregar fórmulas, buscamos abrir un espacio de diálogo honesto sobre lo que significa apoyar el proceso escolar desde el hogar: cómo organizamos los tiempos, cómo fomentamos la motivación y de qué manera acompañamos en momentos de cansancio o frustración.
El intercambio entre familias fue especialmente enriquecedor. Surgieron ideas valiosas y prácticas, nacidas desde la experiencia real y cotidiana, lo que permitió a cada participante sentirse comprendido y acompañado.
Quienes asistieron valoraron profundamente la posibilidad de conversar con otros apoderados que viven desafíos similares, destacando la importancia de contar con espacios libres de juicio, centrados en el acompañamiento mutuo.
Nos queda la convicción de que cuando las familias se sienten parte activa del proceso educativo, el desarrollo integral de nuestros niños y niñas se fortalece de manera significativa.