DE UNA ANTOLOGÍA DEL POETA Y EXALUMNO EDUARDO ANGUITA: ALGUNOS POEMAS DE LA POESÍA CASTELLANA…

Adiós a Nicanor Parra (1914-2018), el gran poeta
Ha fallecido el 23 de enero de 2018 el poeta y antipoeta Nicanor Parra, una leyenda dentro de las letras chilenas, referente de la literatura del siglo XX y de los comienzos de este; un creador de alcance universal. Sus poemas en la línea de la tradición dieron paso a los antipoemas, en que utiliza el lenguaje “de la tribu”: “los poetas bajaron del Olimpo”; cambió el concepto de la poesía solemne por aquella más arraigada en lo popular, aunque Parra fuera también muy bien recibido por la élite intelectual que lo seguía con mucha atención, sobre todo en el mundo universitario y académico. Recibió importantes premios y fue un “eterno” candidato al Premio Nobel. Su influencia fue grande, abrió nuevos caminos para la poesía; su sentido del humor es muy agudo; su visión del hombre, del país y del tiempo que le correspondió vivir, fue crítica, y aunque no creyente, había en él la búsqueda de la trascendencia –sus estudiosos lo saben: el sentido religioso en su poesía: “… ateo, gracias a Dios”–. En fin, uno de los grandes de la literatura se ha marchado, pero queda su obra, quién no leyó o escuchó alguna vez: “Juro que no recuerdo ni su nombre, /mas moriré llamándola María”, o “A recorrer me dediqué esta tarde/ las solitarias calles de mi aldea”, o “El hombre imaginario/ vive en una mansión imaginaria/ rodeada de árboles imaginarios/ a la orilla de un río imaginario…”, o los “Artefactos”, incisivos, fusión de texto e imagen sobre tantos temas.
Las condolencias del Colegio San Agustín a su familia, y a todos quienes reconocen el valor y sienten la partida de este gran y universal poeta. Violeta habrá salido a recibirlo.
«Un poeta puede morir/ Pero sus versos permanecen/ Su espíritu permanece/ Encendido/ Y alguien lo tomará/ Y llevará/ Como el atleta la antorcha olímpica/ Un poeta desafía a la muerte/ Un poeta no teme a la muerte/ Porque sabe que lo esencial de él/ No muere/ La muerte es simplemente una señora/ Que espanta/ La bandada/ Para que vuele hacia otros horizontes».
Nicanor Parra con Pablo Neruda en Isla Negra